Cómo sacarle el máximo partido a la batería de tu eléctrico en ciudad

Para sacarle el máximo partido a tu coche eléctrico debes observar dos datos importantes que aparece en el cuadro de instrumentos: la autonomía y el sistema de gestión de la energía. Saber con cuánta autonomía cuentas es muy sencillo, tienes el número de kilómetros en un lugar visible de la instrumentación y también el nivel de la batería de alto voltaje.

Sin embargo, el otro indicador, el del sistema de gestión de energía, es el que te dirá qué tipo de conducción estás realizando, más o menos eficiente. Y se irán iluminando según tu forma de conducir. Este indicador tiene tres zonas delimitadas por colores: Charge en azul, ECO en verde y Power en blanco. Como su nombre indica, si Charge está iluminado el coche estará regenerando energía, por tanto estarás haciendo una conducción muy eficiente. Si el indicador está en la zona ECO, tu modo de llevar el coche está siendo eficaz pero no recarga. Y si está en la zona Power estarás haciendo una conducción más dinámica y por tanto menos eficiente. De esta forma puedes elegir qué tipo de conducción puedes hacer en cada momento.

Para ahorrar energía se han creado CUATRO modos de conducción en tu coche eléctrico. Puedes elegir entre el modo ECO+, ECO, COMFORT o Sport, y seleccionarlos mediante un botón en la consola central del coche. Obviamente, los modos ECO y ECO+ son los más eficientes, priorizando el ahorro de energía a las prestaciones. Puedes utilizarlos tanto en ciudad como en carretera pero siempre que el tráfico lo permita. Una de las claves del modo ECO es que debes anticiparte a la conducción, por ejemplo al llegar a un semáforo en rojo levanta el pie del acelerador con bastante tiempo. También en carretera puedes utilizar el modo ECO al llanear o cuando el tráfico no exija cambios brusco de ritmo.

El modo COMFORT es el modo más equilibrado entre eficiencia y prestaciones. Y, por último, utiliza el modo SPORT cuando quieras sacar el máximo provecho a las increíbles prestaciones del motor eléctrico, sabiendo, eso sí, que la autonomía eléctrica se verá reducida.

Tienes cinco niveles de regeneración para elegir, de esta forma puedes personalizar tu manera de conducir. Esto significa que tanto en ciudad como en carretera puedes comprobar como la autonomía va subiendo al levantar el pie del acelerador. Pero donde más se aprecia esta circunstancia es en ciudad por las constantes frenadas o retenciones del tráfico urbano pero también cuando bajas un puerto de montaña o por cuestas pronunciadas y largas.

La clave del coche eléctrico es la eficiencia. Un vehículo de este tipo está pensado para reducir al máximo el consumo y la única manera de conseguirlo es haciendo una conducción suave y pisando poco el acelerador. Eso es aplicable tanto en ciudad como en carretera. Aquí el aumento de la velocidad de marcha supone un crecimiento exponencial del consumo de energía, o lo que es lo mismo, si circulamos a 100 km/h es mucho mejor para la autonomía que si lo hacemos más deprisa.

Al levantar el pie del acelerador y sin necesidad de pisar el freno el coche se retiene y al tiempo genera energía para la batería. Esto es muy útil en bajadas pronunciadas cuando circulamos por carretera y en toda las circunstancias en tráfico urbano, para el que está mejor adaptado este tipo de vehículo.