Trucos para conducir un coche híbrido y sacarle el máximo partido
- En ruta
- by Zona Eco
14 Julio 2020 - Actualizado 20 Enero 2021, 19:10
Tabla de contenidos
1. Arranca en modo eléctrico
Un vehículo híbrido se conduce igual que uno convencional. No te preocupes por ello. No tienes que enchufarlo ya que gracias al sistema de frenado regenerativo, el motor eléctrico ayuda a frenar el coche para cargar la batería evitando que tú tengas que hacerlo.
Además es el coche quien se encarga de la gestión de la batería y decide cómo y cuándo recargar la batería de la manera más eficiente aprovechando las inercias y los momentos de frenada, convirtiendo la energía cinética en eléctrica.
La gran ventaja es que ahorrarás combustible y emisiones. Si esta batería dispone de carga, al pulsar el botón de arranque se activará el motor eléctrico. De esta manera podrás recorrer los primeros kilómetros sin ruidos, sin consumo y sin emisiones.
2. Acelera suavemente
Cuando tu híbrido arranca utiliza el motor eléctrico y sentirás que la respuesta r es inmediata. Esto se debe precisamente a las especiales características del motor eléctrico. Si utilizas el acelerador de forma suave le sacarás más partido. En el indicador del sistema de recuperación de energía, ubicado a la izquierda del cuadro, puedes ver qué tipo de conducción estás realizando. Este indicador tiene tres zonas: Charge, cuando recarga, ECO, cuando se realiza una conducción eficiente, y Power, cuando se necesita más potencia.
3. Utiliza el modo ECO siempre que sea posible
Un híbrido te permite elegir entre dos modos de conducción: ECO y SPORT. Utiliza la primera siempre que sea posible, realizarás una conducción más eficiente. Con este modo activado puedes controlar el nivel de recuperación de la frenada regenerativa con las levas que tienes en el volante.
4. Utiliza el freno motor
Con el modo ECO activado, al levantar el pie del acelerador el coche se retiene sin necesidad de pisar el freno. Con las levas puede elegir entre varios niveles de retención para recargar más energía y detener el vehículo sin pisar el freno.
5. Dosifica la frenada
Al ir a detener tu híbrido, por ejemplo cuando vas a llegar a un semáforo en rojo, es mejor dosificar la frenada, haciendo una retención prolongada y sin tener que pisar el pedal. Esto generará energía eléctrica y, al tiempo, no se desgastarán los frenos. Para conseguir esta regeneración tendremos que tener seleccionado, mediante las levas, los niveles más bajos.
6. Saca partido de ‘la conducción a vela’
El motor eléctrico y el de gasolina se alternan según el tipo de conducción que hagas sin que tú te des cuenta. Puedes seguir su evolución en los gráficos que te muestra el panel de instrumentos. No obstante, no solo en ciudad puedes disfrutar de las ventajas de la tecnología híbrida. También en carretera, cuando rodamos a velocidad constante la energía que necesita el vehículo para moverse la puede proporcionar el motor eléctrico. Esto permite lo que se llama ‘conducción a vela’ durante varios kilómetros, una técnica eficaz que ahorra combustible y emisiones. Para ello deberemos seleccionar el nivel 0 de retención.
7. Equípale con neumáticos de baja resistencia a la rodadura
Los neumáticos de baja resistencia a la rodadura permiten reducir el consumo y las emisiones del vehículo que los equipa. En su etiqueta, los neumáticos nuevos están clasificados con el código A con fondo verde. Cuanto menos sea la resistencia que ejerza un neumático menos potencia necesitará el vehículo para moverse, lo que significará menos consumos y emisiones.
Ten en cuenta esto al reemplazar los neumáticos ya que de fábrica los híbridos de Hyundai vienen equipados con neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Y es conveniente mantener esas características para sacar la máxima eficiencia al vehículo.
8. Utilizar el equipo de climatización interior de manera eficiente.
El funcionamiento tanto del aire acondicionado como de la calefacción afecta al rendimiento del coche. Si ajustamos una temperatura muy extremas el equipo de climatización estará trabajando siempre y hará que el motor térmico funcione más tiempo, penalizando el consumo de gasolina. En todo caso una temperatura más suave mejorará su rendimiento.