Los coches eléctricos hacen ruido obligatoriamente… ¿Mito o realidad?

Un coche eléctrico hace muy poco ruido, su motor es completamente silencioso vaya a la velocidad que vaya. Lo que sí podemos oír cuando pasamos junto a un vehículo eléctrico es el sonido de la rodadura, es decir, el que emiten los neumáticos al contacto con el asfalto. Aunque, a menor velocidad menos perceptible será.
 Si vamos a bordo de un Hyundai eléctrico, lo único que escucharemos será nuestra música favorita o la conversación de los pasajeros. El ruido de la aerodinámica pasará prácticamente desapercibido.


Cuando pones en marcha un coche híbrido siempre te sorprende el silencio de su mecánica. Sales de tu plaza de garaje con total suavidad, sin estridencias, sin molestar. Es porque en ese momento es el motor eléctrico el que mueve el vehículo. Con un híbrido de Hyundai puedes rodar varios kilómetros sin que emita ni ruido ni emisiones. O sea, con consumo y emisiones cero. Una vez que se ha gastado la mayor parte de la energía de la batería y hasta que vuelva a recargarse, será el motor de gasolina el encargado de mover el automóvil. La batería de un híbrido se recarga automáticamente con la conducción, aprovechando las inercias y con la frenada regenerativa y así volverá a asistir al motor de combustión para ahorrar y rodar en silencio de nuevo. ¿A que también has notado su silencio a la salida de un semáforo? Un híbrido hace mucho por el medioambiente. ¡No lo dudes!

El silencio es otra de las ventajas de la conducción de un automóvil eléctrico aunque ello suponga algún susto para peatones y ciclistas. Por ello, a partir del 1 de julio de 2021, todos los vehículos eléctricos y también híbridos, incluido los enchufables, tienen que avisar con un sonido exterior artificial cuando estén rodando a menos de 20 km/h tanto hacia delante como hacia atrás.

Para evitar estos sustos a peatones y ciclistas, la Unión Europea ha puesto en marcha esta nueva normativa que obliga a todos los eléctrico o híbridos de nueva homologación a incluir una alerta acústica. Este sonido no debe ser inferior a 53 decibelios, lo que equivale a una conversación normal, pero tampoco superior a 75 db. Para que te hagas una idea, el tráfico intenso suele superar esa cifra y un claxon puede llegar a unos 110 dB. Esta normativa indica, también, que cuando los híbridos rueden con el motor de gasolina no será necesario que salte esta alarma.

A este sistema de aviso acústico se le ha denominado AVAS (Audible Vehicle Alert System) y en Hyundai se llama VESS (Virtual Engine Sound System), y se activa de forma automática. Tú no tienes que tocar ningún botón. Es más, la normativa prohíbe que el conductor pueda desconectarlo, como sí sucede en EE.UU. La alarma acústica debe sonar cuando el vehículo circule tanto hacia delante como hacia atrás a una velocidad que no supere los 20 km/h. Esto es así, porque se considera que a más velocidad el ruido de la rodadura ya es suficiente para avisar a peatones y ciclistas de la presencia en la calzada de un coche eléctrico o híbrido.

Cada fabricante puede instalar en sus modelos el sonido que prefiera siempre y cuando se atenga a la normativa. Tiene que ser un ruido continuo pero puede ser una melodía, un zumbido, una imitación de motor o, como en el caso de Hyundai, el sonido de una nave espacial.